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SOR PATROCINIO

1811-1891

mes

noviembre 2016

FOTOS DE LOS CULTOS DE LA VIRGEN DEL OLVIDO DEL MES DE NOVIEMBRE DE 2016

Como siempre las Concepcionistas de la comunidad del Caballero de Gracia habían preparado la Iglesia y  a la Virgen con todo el cariño. Como cada mes 27 rosas de color rojo y amarillo a los pies de la Virgen y por el altar y este vez la Virgen lucía un manto precioso, que no habíamos visto. En las tres fotos siguientes se puede apreciar:

 

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La Santa Misa la celebró don José María Revuelta, que desde niño ha sido devoto de la Virgen del Olvido, por vivir entonces en Guadalajara. Acudía a misa al convento de la Concepcionistas de Guadalajara. Su padre era el abogado de esa comunidad. Nos ha contado sus recuerdos, que nos han emocionado y se metidos a todo el mundo en el bolsillo. Se ha comprometido a venir habitualmente, lo que no quita que invitemos a otros sacerdotes algún otro día, pero es una bendición saber que tenemos un sacerdote en Madrid dispuesto a venir todos los meses y a atender a quien lo desea a lo largo del mes, pues confiesa en el Oratorio del Caballero de Gracia. Sin duda que es un regalo del Cielo y Don José María Revuelta va a suponer un gran impulso para la devoción de la Virgen del Olvido. Las dos fotos siguientes están tomadas durante la misa y al final cuando hemos cantado la Salve de la Virgen del Olvido. El próximo mes de diciembre, a la caer el último sábado en Noche Vieja, celebraremos los cultos de la Virgen del Olvido el sábado día 17.

 

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Recuperación de una devoción: Virgen del Olvido, Triunfo y Misericordias

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Forma la tropa en la calle del Caballero de Gracia con el cruce de la calle del Clavel. Hoy no es día de instrucción y por eso llevan munición real, han dejado en el cuartel las balas de fogueo, porque van a asaltar… ¡Un convento de clausura!, el monasterio de las Concepcionistas Franciscanas del Caballero de Gracia, donde reside Sor Patrocinio, una monja de 24 años a la que conoce todo el mundo, porque se le apareció la Virgen en Madrid en 1831.

Madrid y 9 de noviembre de 1835. Se llevan detenida a Sor Patrocinio, porque así lo ha tramado el político del momento, Salustiano Olózaga, líder del partido liberal más sectario al que por iniciativa suya dejan de llamar «partido exaltado» para denominarlo «partido progresista». Así suena mejor; sin duda, Salustiano Olózaga es listo como pocos, pero también malo como un diablo y un cobarde, que se esconde detrás los fusiles de la Milicia Urbana para satisfacer sus más bajos instintos y por eso en lugar de trasladar a Sor Patrocinio a la cárcel, la retiene en una casa de mala fama que regente Manuela Peirote. Pero Sor Patrocinio no cede y por gracia extraordinaria no le va a poder tocar ni el borde de su hábito. Y como el sucio deseo incumplido del cobarde se transforma en venganza, Sor Patrocinio es condenada injustamente a un destierro de más de nueve años por no haber hecho nada.

El suceso se comenta por todo Madrid, porque el convento del Caballero de Gracia es muy popular. Desde que el Papa Gregorio XVI aprobó la aparición de la Virgen a Sor Patrocinio el 13 de agosto de 1831, bajo la advocación de la Virgen del Olvido, Triunfo y Misericordias, los madrileños han respondido a la llamada de la Señora del Cielo y acuden masivamente a implorar su protección.

Así es que en marzo de 1836, lo mismo que los sectarios decidieron en las logias los asesinatos de los frailes de 1834 y 1835 en Madrid, Zaragoza, Reus y Barcelona, ahora expulsan de los conventos a todos los religiosos varones y obligan a cerrar los conventos de monjas con menos de veinte profesas y prohíben que en una localidad pueda haber más de un convento de la misma orden. Y por este motivo, cuando declina el verano de 1836, la abadesa del Caballero de Gracia, la Madre Pilar, se encamina con sus monjas del Caballero de Gracia a la calle Toledo de Madrid, para reunirse con sus hermanas de la misma Orden en el popular convento de La Latina. No se van de mi memoria los inventarios que he visto en los archivos de semejante expolio: «tres ollas, cuatro sartenes, veinte tenedores de hierro, quince cobertores de cama, dos colchones…!» ¡Miserables, las expulsan sin nada y hasta les quitan los dos colchones que tenían reservados para las enfermas, pues las demás no los usan! Y con las concepcionistas salen también los restos mortales del Caballero de Gracia, que reposaban en ese convento desde hacía dos siglos y son trasladados al Oratorio del Caballero de Gracia, donde actualmente se encuentran.

Tras la salida de las monjas, los liberales cubren el convento con esa gran mentira que sostiene que la desamortización de Mendizábal lo que pretendía era poner en circulación unos bienes muertos e improductivos para enjugar la deuda del Estado, hacer propietarios a una gran masa de españoles y crear riqueza. Cuando la verdad fue más simple y más chusca: quitaron a la Iglesia su patrimonio para provecho y beneficio de unos pocos, empezando por el propio Mendizábal que participó en la rapiña y se quedó con una parte importante de uno de los mejores conventos de Madrid. Y con él todos sus cómplices de ese inmenso latrocinio, en palabras de Menéndez Pelayo, que por suerte para su fama solo se ha estudiado hasta ahora con el Boletín de Ventas de Bienes Nacionales, donde no figuran sus nombres. Los nombres de los verdaderos propietarios los hemos descubierto en un archivo importante y espero que de aquí a unos meses queden todos al descubierto en un próximo libro.

Madrid y septiembre de 1836. Saquean el convento del Caballero de Gracia, arrebatan todas sus pertenencias y el Estado se apropia de la iglesia y del edificio conventuales, 34.027 pies cuadrados que se los entrega a precio de ganga a un francés que se llama Pedro Adolfo Deville en el mes de enero de 1838. Y ahora sí que se cumplen los propósitos antirreligiosos de los sectarios, porque Deville responde por su parte, derriba el convento y entierra bajo los cascotes del convento de Caballero de Gracia la devoción que tantos miles de madrileños tenían a la Virgen del Olvido, Triunfo y Misericordias.

A la vuelta del primer destierro en 1844, Sor Patrocinio se incorpora a su comunidad que estaba en el convento de la Latina. Seguía siendo abadesa la madre Pilar a la que, tras su muerte en 1849, sucede en el cargo Sor Patrocinio. Pocos años después Sor Patrocinio marcha con diez monjas a fundar a Torrelaguna y la comunidad del Caballero de Gracia sigue su curso, residiendo de convento en convento hasta encontrar la actual morada de la calle de Blasco de Garay de Madrid, y por eso esa comunidad se puede denominar con toda propiedad Comunidad del Caballero de Gracia, ya que su nombre canónico no se usó ni en los documentos notariales ni entre las gentes del pueblo. Se le llamó siempre «Convento del Caballero de Gracia». Y puestos a encontrar una prueba de identificación, ninguna mejor que la del nombre canónico: monasterio de San Jose, de Jesús y María, el mismo que tenía el del convento que derribaron los sectarios en 1838 es el del que se levanta hoy en la calle Blasco de Garay de Madrid. En definitiva, las dos últimas abadesas de las Concepcionistas que residen ahora en la calle Blasco de Garay, las madres Piedad y Gilma, son las sucesoras en el cargo de Sor Patrocinio.

Pero para chasco de los Mendizábal, los Olózaga y sus sucesores ideológicos y enemigos de la Iglesia, que daban por enterrada la devoción a la Virgen del Olvido, resulta que se avivado. Nunca se extinguió del todo, pero de ese rescoldo que perduraba desde el derribo del convento en 1838, ha surgido una llama que está poniendo en activo la aparición de la Virgen del Olvido, porque hay quien se niega a desperdiciar tantas gracias como nos trae la Virgen bajo esa advocación tan bella: Olvido, Triunfo y Misericordias. Y en esto están empeñado un buen grupo de madrileños junto con la comunidad del Caballero de Gracia, que reside en la calle Blasco de Garay nº 51-53 de Madrid, donde el último sábado de noviembre, día 26, nos vamos a reunir a las 18,30 de la tarde para adorar al Santísimo, rezar el Santo Rosario, asistir a la Santa Misa y cantar la Salve de la Virgen del Olvido, Triunfo y Misericordias, actos de culto en honor de la Virgen a los que podrán asistir cuantos lo deseen. Mis queridos lectores, será un placer saludarnos personalmente y, desde luego, estar esa tarde todos unidos –por presencia o por la comunión de los santos- bajo el manto protector de la Virgen del Olvido, Triunfo y Misericordias el próximo día 26 de noviembre.

HOMILÍA DEL 29-X-2016. CULTOS DE LA VIRGEN DEL OLVIDO

Resumen de la homilía del padre carmelita, Rafael Pascual Elías, pronunciada en el convento del Caballero de Gracia de la calle Blasco de Garay de Madrid, el día 29 de octubre de 2016, con motivo de los cultos de la Virgen del Olvido, Triunfo y Misericordias, que se celebran en este convento todos los meses, el último sábado de cada mes.

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“POR SU MEDIO (DE LA IMAGEN DE LA VIRGEN DEL OLVIDO) MI HIJO Y YO RECIBIMOS CULTO”

Hoy nos convoca nuestra Madre la Virgen del Olvido. Es sábado, estamos a pocos días de celebrar la gran solemnidad de Todos los Santos y concluimos el mes del Rosario. En esta tarde vamos a recordar la última promesa que la Virgen hace a la Madre Patrocinio: “Por su medio (de la imagen de la Virgen del Olvido) mi Hijo y yo recibimos culto”.

Hemos tenido la exposición del Santísimo, el Hijo de Dios ha estado expuesto para adorarlo y estar con Él y además en su presencia se ha rezado el Rosario. Con ello damos culto a su Hijo y a su Madre. Se cumple la promesa de la Virgen al estar ante la imagen de la Virgen del Olvido cada uno de nosotros.

Y ahora celebramos la eucaristía en honor de nuestra Madre en la que se hace presente su Hijo con su Palabra y con su Cuerpo y de nuevo damos culto a Madre e Hijo.

Hoy Cristo quiere entrar en nuestra casa: en nuestro corazón, en nuestra mente, en nuestro espíritu. Las palabras que Jesús dirige a Zaqueo nos recuerdan los títulos de la Virgen del Olvido, Triunfo y Misericordias.

Olvido: “Zaqueo, baja en seguida porque hoy he de quedarme en tu casa”.

Cristo toma siempre la iniciativa y llama al hombre, pero puede que éste se “olvide” del encuentro que ha tenido lugar. Sucede muchas veces. Participamos de la eucaristía porque no olvidamos a Cristo y a su Madre y queremos darles culto para nuestro bien y el de toda la Iglesia. Así sucede cuando la Virgen le dice a sor Patrocinio que se han olvidado de Ella, igual que con el Cristo de la Palabra. Madre Patrocinio rompe este “olvido” y comienza a honrar a María, la Virgen, y a su Hijo. Y un culto que se difunde con rapidez por el Madrid decimonónico; llega a expandirse por España hasta traspasar las fronteras como bien somos testigos de ello los que nos encontramos hoy aquí y todos los que difunden la devoción a la Virgen del Olvido. No podemos olvidarnos ni de Cristo ni de nuestra Madre.

Triunfo: “El Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que se había perdido”.

Cristo con su muerte vence al pecado y a la muerte y nos entrega en la eucaristía su Cuerpo para nuestra salvación. Es lo que sucede cuando entra en la casa de Zaqueo y dentro de unos momentos cuando comulguemos. Con la entrada de Cristo en nuestro cuerpo somos santificados, nos acercamos a la salvación, entramos en intimidad con el mismo Dios que está en lo más profundo de nuestro ser. Con la aparición de la Virgen, Sor Patrocinio se ve libre al fin de los continuos y feroces ataques del demonio, pero la Virgen le avisa también que no cesarán las persecuciones de los hombres que en muchas ocasiones no dejan de ser tan dolorosas y trágicas como las causadas por el enemigo. El triunfo sobre el pecado y sobre el demonio viene de la mano de la eucaristía y de la intercesión de la Santísima Virgen María.

Misericordias: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque este hombre también es descendiente de Abraham”.

Zaqueo recibe la misericordia de Dios al acogerlo en su casa, igual que nosotros con los cultos que hacemos en honor de la Virgen del Olvido. No sé si somos conscientes de toda la gracia que esta tarde se ha derramado y va a seguir derramándose a lo largo de la eucaristía. Esos momentos de adoración ante Jesús eucaristía para ponernos ante Él con todo nuestro ser y acoger todo lo que nos haya querido decir, algunos han recibido el sacramento del perdón con el que poder ganar el jubileo de la misericordia, rezar el santo rosario con el que tantas gracias se obtienen de nuestra Madre, participar de la eucaristía…, todo esto es una fuente inagotable de misericordias. Si ponemos la mirada en sor Patrocinio descubrimos el sinfín de gracias y misericordias que recibía en su vida y en las que se apoyaba para estar cada vez más unida a la voluntad de Dios y de la Virgen María para superar así las infinitas dificultades que por parte humana o diabólica surgían en su vida como religiosa.

La eucaristía continúa, pero con estas palabras nos queda clara la mutua relación que se da entre Cristo y la Virgen. La Virgen del Olvido nos conduce a su Hijo y su Hijo nos lleva a Ella. El Hijo de Dios nos abre las puertas de la Salvación, pero María, la Virgen del Olvido no se queda a un lado, sino que colabora, intercede, es corredentora en la obra de salvación de su Hijo para toda la humanidad. Como buena Madre nos enseña el mejor modo de acercarnos a su Hijo y Este nos muestra el mejor camino de encontrarnos con Ella. Así, unidos a Cristo que entra en nuestra vida, nos acercamos al amparo y protección de Nuestra Madre la Virgen del Olvido, Triunfo y Misericordias.

 

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